martes, 5 de julio de 2011

35- Nuevas recetas para la vieja Circe

Se parte el chocolate en trocitos y se coloca amorosamente en un bol o ponchera. A continuación se corta la rama de vainilla con cuidado, en una incisión longitudinal y limpia para extraer de su interior la ralladura. (Mientras nata y vainilla se calientan en el cazo, puedes aprovechar para acicalarte un poco; pero no te alejes mucho del fuego, pues una mala cocción arruinaría la receta.)
Con la cara aún humeante de emplastos y cataplasmas con que cubrir las arrugas, vierte en el bol la crema obtenida, justo donde espera el chocolate su unión más dulce, y añade aún la mantequilla y mezcla todo con cuchara de palo, que es lo adecuado para que el sabor se acentúe y no aparezcan resabios minerales, y luego guarda en la heladera el lapso necesario para que la masa adquiera la textura propicia.
Ese proceso lleva su tiempo, según la calidad del aparato en que la crema se puso a enfriar, y entre tanto puedes dedicarte a dibujarte los ojos, colorearte las uñas, acomodarte el pelo y colgarte unos aderezos con que alegrar la vista del esperado huésped. Cuida de no vestirte con el traje enlutado de los domingos hasta después de la siguiente operación, que es quizás la más comprometida, pues el éxito visual y estético del dulce depende en buena parte del tamaño con que se elabore cada una de las piezas. Ayúdate de una cucharita para amasar las bolitas de pasta y atiende a la capacidad de adherencia de las virutillas con que es preceptivo se adornen.
La colocación de las trufas no carece tampoco de importancia. Los moldes han de adecuarse con justeza a las dimensiones del contenido y alinearse en composición armoniosa sobre alguna bandeja revestida con paño de papel orlado. No atiborres la fuente de pastelillos bajo ningún concepto, por si el movimiento que su innata redondez les confiere es a veces demasiado brusco. Además, un espacio suficiente asegura que los dedos no se embadurnen del chocolate, sino que lleguen con facilidad y sin obstáculos a los flancos del bombón. Igual que te cuidas mucho de que el visitante consiga acceder, si ese es su deseo, a cada uno de tus esplendorosos pechos, que situaste bien simétricos asomando por el generoso escote apenas interceptado por una cruz dorada con que das a conocer tus castas intenciones.
Ya se acerca la hora de la visita y solo queda lavar a conciencia las manos para eliminar los posibles restos del cacao y cubrirlas del unto que elaboraste hace semanas, con almendra molida, miel y yema de huevo, pues no solo sirve la cocina para alimentar el estómago, sino también la vanidad de las mujeres, que es mayor con el paso de los años y la merma de la belleza. No olvides rociarte luego del perfume fabricado con el mismo fin hace semanas, hecho a base de clavos de olor y canela siguiendo la exquisita receta de la mismísima Cleopatra, que por qué no ha de servir para Delia Mañara cuando, con la misma astucia que la egipcia, lleva matados dos novios. Y, si notas que la mezcla de olores no es demasiado estridente, asperja la cocina con aquel ambientador casero de almizcle y hojas secas de lirio y de naranjo que atrae a los hombres y endulza el entorno.
Queda el detalle de no encender la luz hasta el último momento, pues, a pesar de la barrera de chocolate y vainilla y nata de ese pequeño ataúd oscuro con que los has recubierto ayudada por tus blancos dedos de cirujana mientras recordabas las canciones de Rosita Quiroga y paladeabas una minúscula copita de licor de rosas, bien sabes que intentarán escarbar entre el cacao y asomarán sus patitas por el revestimiento de virutillas, y luego el resto del caparazón y esas antenas negras que se le atragantaron a los dos anteriores por culpa de la lámpara que prendiste con tanta imprudencia.

9 comentarios:

Jacobino dijo...

El mejor de los que he leído hasta el momento, si bien un tanto afeado por algún error tipográfico y de puntuación, así como por demasiados "con que" en los que se echa de menos el articulo entre medias.

Suerte.

Calvin dijo...

Es un enfoque curioso y como dice Jacobino interesante. Lo que menos me ha gustado es la extensión desmedida de la última frase que me ha obligado a releerla tres veces para enterarme bien de lo que estaba cocinando la señora Circe.

UN saludo

Anónimo dijo...

El personaje y la historia no es original sino que está sacado precisamente del cuento Circe de Cortázar. Juzguen ustedes mismos. http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/circe.htm
Saludos

Jacobino dijo...

Tiene razón. Aunque el pesonaje de Circe es de Homero, si le iba a copiar la idea principal a un cuento de Cortázar, al menos debía haber disimulado un poco más. No se puede hablar extrictamente de plagio, pero es evidente que este cuento se inspira en el otro.

A mí me ha servido para leer un cuento de Cortázar que desconocía.

Saludos.

Calvin dijo...

Yo no había leído este relato de Cortazar, pero es un poco cutre no sólo que se utilice la idea sino que se use el mismo nombre de Delia Mañara para el relato. Si hubiera puesto al final que está inspirado en el cuento de Cortazar me hubiera valido, pero así parece que es un engaño

Un saludo

Anónimo dijo...

Espero que por respeto a los demás participantes este relato sea inmediatamente descalificado. Muchas veces, en los concursos, no gana el mejor, pero eso es cuestión de gustos y yo entiendo que me gane un relato que al jurado le guste más que el mío, pero me niego a que me gane un relato plagiado, o casi plagiado. Hay muchos para escoger, este debería quedar fuera.

Anónimo dijo...

Hace muchos años leí "Circe" de Cortazar. Volveré a hacerlo para comprobar si hay plagio. No recuerdo que tenga el mismo argumento aunque el tema sea el mismo. El título sugiere que el autor "jugará" con la idea de Cortazar. Si así fuera podria ser una improvisación sobre el mismo tema y no un plagio. Alvaro

Anónimo dijo...

No está copiado linea por línea, pero la idea troncal, la señorita que rellena bombones con cucarachas y se los da a sus pretendientes, es la misma.

Si se quería hacer una especie de homenaje al cuento original, debía haber retomado a la protagonista y hacer evolucionar la historia, pero se limita a repetir los mismos hechos con distintas palabras.

Me parece bien la postura de la organización, ya que el plagio no es tan flagrante como para descalificarlo, pero añadiendo que el jurado lo tendrá en cuenta.

Mike.

Anónimo dijo...

No se que decir. No es plagio y seguramente la intención tampoco. Enfoca la atención en la cucaracha. No existe la sutileza, la tensión ni el final de Cortazar.
Es un experimento...
Alvaro