viernes, 1 de julio de 2011

26- Frijoles refritos por Sentli

Me desperté con tanto silencio. En el rancho de la abuela siempre hay sonidos revueltos volando en el aire, mi mamá dice que la orquesta de animales nunca descansa. Por eso me pareció raro no escuchar nada: grillos, ranas, vacas y gallinas habían enmudecido de repente. En medio del silencio, el rugido de mi estómago sonó como ráfaga de ametralladora.
Decidí ir directo a la cocina, a las seis de la mañana la única despierta sería mi abuela, no tenía sentido despertar a mamá, ella no sabe cocinar.
Un olor a frijoles refritos y tortillas recién hechas llenó el ambiente. Mi estómago enloqueció; los frijoles son mi comida favorita, sobre todo cuando están fritos con manteca ¿los han probado con crema, queso adobera y pedacitos de tortilla? Les aseguro que es una comida celestial.
La cocina estaba vacía, pero vacía de verdad, ni abuela, ni comida por ningún lado. Y yo con tanta hambre.
 Entró un olor por la ventana, el aroma de las galletas horneadas en el fogón de piedra era mejor que el de los frijoles, parecía un día especial porque mi abuela usa el fogón raras veces, ahora sólo cocina en la estufa.
Sentí el hambre extendiéndose por todo mi cuerpo, tenía hambre de la cabeza a los pies.
No pude abrir la puerta para salir al corral, tampoco pude abrir la puerta principal, es una vergüenza que un niño de nueve años no pueda abrir unas puertas, pero les aseguro que intenté todo y no logré nada. Estaban como pegadas con cemento.
Tuve que ir a despertar a mi mamá, mi orgullo se resistía, ya me imaginaba la voz de mamá diciendo: todavía eres un niño pequeño que no puede abrir la puerta. El hambre era insoportable, corrí al cuarto de mi mamá y… no había nadie.
Nuevos olores se esparcieron por el aire, olor de miedo, pólvora y sangre; recordé a los hombres, las pistolas y la muerte. Recordé las balas entrando en mi cuerpo abriendo paso al dolor.
El dolor se fue, el rancho huele a vida y yo tengo un hambre de muerte.

4 comentarios:

Jacobino dijo...

Escrito con corrección, pero el vuelco final no sorprende y le falta sustancia narrativa.

Suerte.

Calvin dijo...

Creo que la opción del niño muerto recordando sabores y olores es buena. Quizá un poco breve el relato. Demasiado rápido el final.

UN saludo

JOSELINA dijo...

Me gustó precisamente el final sorprendente.
Suerte

desertoresdedios.blogspot.com.es dijo...

Un relato fino, con el ritmo sosegado de la muerte cumplida y esa reminiscencia de la memoria final que algunos 'expertos' proponen.