sábado, 21 de mayo de 2011

2- Herencia

2011
-Papa de qué haremos hoy la pizza?
-De espinacas y queso de cabra, dijo Miguel, que le gusta mucho a la abuela.
Las cenas de los sábados se habían convertido en una tradición familiar. 
-Papá yo de mayor quiero ser cocinero.
-Me parece muy bien hijo, pero hagas lo que hagas esfuerzate en hacerlo bien.
El padre dirigía a los pequeños pinches en compañía de la abuela mientras les explicaba historias de su infancia llenas de melancolía. No sabía que pronto dejaría de hacerlo, por culpa del tabaco y el cancer de pulmón que le produjo.
1974
-Papa hoy de que haremos la tortilla?
-De judias pintas con chorizo.
Los almuerzos de los sábados eran un acontecimiento en casa de Miguel. La familia entera se dedicaba a las "tortillas atómicas".
El abuelo Ginés había decidido usar un término que entonces transmitía “modernidad”.
Miguel y sus hermanos disfrutaban de la compañía paterna sabedores que el cáncer de colon se lo llevaría pronto y por eso esas matinales resultaban ser tan emotivas.

2032
La afición familiar se convirtió en pasión y profesión de Nil.
-Este premio lo dedico a mi abuelo y a mi padre que murieron jóvenes pero tuvieron tiempo de transmitirme el amor por la cocina.
La prestigiosa revista gastronómica Nueva Cocina  le había otorgado el galardón a la innovación culinaria en su restaurante de autor.
La abuela, con 96 años, no pudo evitar las lágrimas ni Nil tampoco.
Al día siguiente Nil acudió a recoger los resultados de unas pruebas médicas rutinarias.
Pero el resultado le estremeció: càncer de pancreas irreversible.
Nil consiguió ocultárselo a la abuela que falleció antes que él y sin saber la fatal herencia recibida junto al amor por la cocina.

5 comentarios:

Jacobino dijo...

Lo siento mucho, pero esto son tres anécdotas, tampoco demasiado brillantes en lugar de un cuento.

Anónimo dijo...

Sin perjuicio de los errores de sintaxis y gramaticales, parece más un índice de algo que un relato.

Anónimo dijo...

La idea me gusta, pero es cierto que es demasiado breve. Aunque también es verdad que esa brevedad favorece lo de la idea fatal del destino.
Suerte
Aguiba

Calvin dijo...

ME gusta la idea de las tres historias a lo largo del tiempo y la herencia genética y culinaria que pasa de generación en generación. Quizá falta pulir un poco la prosa y revisar las repeticiones y la puntuación. Aunque yo creo que lo más interesante, como señalan antes que yo, es profundizar un poco más en cada parte, alguna descripción más, pulir los diálogos para añadir más fuerza. de esa manera, se formarían tres escenas completas dandole más vida al relato, y la sensación de anécdotario se eliminaría. En mi opinión ayudaría también que las fechas elegidas (presente, pasado y futuro)se adivinaran en cada parte con sólo leerlo.

Son sólo ideas.

Muchas suerte

UN saludo

Alain dijo...

Coincido bastante con Calvin. La idea está bien pero creo que deberías haberlo plasmado de otra forma. Nos tienes que trasladar en el tiempo con tu escritura, no indicando el año. También, reconozco que en un relato corto es muy complicado tener más de un escenario.
Suerte